La muerte está envuelta en un velo de misterio y numerosas creencias. Una de ellas asegura que el pelo crece después de la muerte durante cierto tiempo. Este hecho ha sido ya ampliamente comentado y desmentido. Y, en realidad, no es el motivo principal del presente artículo. No obstante, afirmaremos que cuando una persona muere también lo hacen todos sus órganos.
Otras creencias relacionadas con el pelo
Además de la creencia de que crece el pelo después de la muerte, existe otra creencia relacionada con el pelo, en este caso en las personas vivas, afirma que crece sin pausa durante toda la vida. Y hasta cierto punto, así es. En el vientre materno, tras el segundo mes de gestación, ya se pueden apreciar los folículos pilosos en el cuero cabelludo del feto.
Estos folículos vienen programados genéticamente para realizar una serie de ciclos, unos 25 de media. Teniendo en cuenta que cada ciclo capilar tiene una duración de entre tres y seis años, si no hay alteraciones, una persona debería llegar al final de su vida con cabello.
El problema empieza cuando existe alguna circunstancia que influye en los ciclos capilares y los acorta. Es decir, nuestro crédito capilar puede agotarse prematuramente. Y entonces, se produce la tan temida alopecia o calvicie.
Algunos consejos a seguir
¿Qué debemos hacer cuando esto ocurre? Ante todo, mantener la calma. Porque el estrés es precisamente uno de los aceleradores del ciclo capilar. Tras constatar el problema, debemos evitar que la velocidad de caída aumente mediante el uso de productos de cuidado tópico. Es decir, hay que proteger el potencial que conservan los folículos y, poco a poco, ir restableciendo el ritmo natural de los ciclos.
Actualmente se conocen, además del estrés, diferentes situaciones que incrementan temporalmente la caída del pelo. La fiebre y las dietas restrictivas son algunas de ellas. Cuando estas circunstancias se producen, se necesita un aporte nutricional extra que ayude a la regeneración capilar.
En estos tiempos de crisis, intentemos no pagar a crédito. Conservemos el cabello.