Es probable que alguna vez te hayas hecho esta pregunta. Incluso es posible que tú mismo o alguien de tu entorno se haya encontrado en esta situación. La respuesta es “sí”, se puede sufrir los dos inconvenientes al mismo tiempo. De hecho, pueden padecerse simultáneamente durante mucho tiempo si no se toman medidas para atajarlos.
Por lo general, es más habitual encontrar este tipo de casos en hombres que en mujeres, y sobre todo se produce en el periodo de tiempo comprendido entre la adolescencia y los 40 años. Cuando se llega a la mediana edad el cuero cabelludo se vuelve cada vez más seco y suele dejar de generar la incómoda caspa.
Si notamos descamación y pérdida del cabello, podemos tomar una serie de medidas para reducir este tipo de molestias. En primer lugar es muy recomendable utilizar lociones con zinc para regular la grasa del cabello. Éstas nos protegen de la descamación formando unas barreras que previenen el rebrote del hongo que causa la caspa.
Es importante dejar actuar el champú durante algunos minutos antes de enjuagarlo, ya que de lo contrario no se aprovechará toda su efectividad.
Otro aspecto que debemos tener en cuenta para combatir la caspa y la caída de cabello es evitar el rascado. Sabemos que la caspa es difícil de ignorar, pero hay que tratar de no arrancar ninguna escama.
Otro error en el que se suele caer es pensar que lavarse mucho el pelo acentúa la caída del cabello. Como ya hemos hablado en anteriores ocasiones, se trata de un rotundo error. Es más, si dejamos de lavarnos el pelo con constancia podemos causar la formación de capas de células de piel muerta y de aceites que producen caspa.
Y por último dos consejos más: debemos pasar tiempo al aire libre y huir del estrés. Pequeñas cantidades de luz solar en el cuero cabelludo y una vida tranquila y saludable contribuyen a mejorar nuestra salud capilar. Además de prevenir la caspa y la caída de cabello, sin duda, ganaremos en calidad de vida.